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Dios no puede hacer aquello que sólo tú debes hacer por tu matrimonio
COMO CONSERVAR EL MATRIMONIO. Sacrificio. ¡Ningún matrimonio puede salir bien sin sacrificio! Infelizmente, muchos matrimonios intentan resolver sus problemas simplemente conversando sobre ellos, pero no consiguen obtener éxito. Otros están determinados a pelear, a exponerse e, incluso, a separarse, pero no están dispuestos a sacrificar, dejando de lado su orgullo. Sacrificio es cuando una mujer ignora todo lo que parece ser sensato a los ojos de este mundo con el fin de realizar su propósito, su meta, su objetivo: salvar su matrimonio.
Sacrificar nunca es fácil, pues la persona tiene que negar su propio “yo” y actuar con determinación. Las privaciones pueden hacer a una mujer llorar, pensar que no va a llegar a ninguna parte o que, de alguna forma, está perdiendo. Aun así, debe estar determinada a hacer todo lo que fuera necesario para salvar su matrimonio. El sacrificio debe formar parte de su día a día: Toda palabra que ella profiera, toda decisión que tome y toda emoción que sienta.
Ella tendrá que ignorar la opinión ajena, pues nadie es capaz de entender su determinación por salvar su matrimonio. Sus amigos no podrán comprenderla y la criticarán por estar viviendo “momentos difíciles”. Además, sus parientes le aconsejarán que deje ese matrimonio que, según ellos, no tiene más sentido. Ella incluso se siente una tonta cada vez que desiste de algo para invertir en su relación. Sí, es humillada, pero va a valer la pena, pues el resultado final será mucho mejor que la preocupación temporal que tiene con la opinión de los demás.
La mujer que escoge el camino del sacrificio estará casada para siempre. Las personas van a admirar su matrimonio, que es algo increíble en los días de hoy, y dirán: “Ellos están tan unidos y son tan parecidos…” ¡Ah, si supiesen cuánto sacrificio fue necesario para llegar a ese estado!
El matrimonio es una de las mayores bendiciones en la vida de un hombre y de una mujer, pero, porque pocos están dispuestos a pagar el precio, pocos verdaderamente disfrutan de esta bendición. La mayoría de las personas espera pagar un precio bajo. Siento decir que van a continuar esperando durante el resto de la vida. Nunca van a encontrar la verdadera felicidad en el matrimonio porque no están dispuestos a sacrificar, esto es, a perder en un corto plazo de tiempo para ganar a largo plazo.
Me gustaría decir que orar no es suficiente. Dios no puede hacer aquello que sólo tú debes hacer por tu matrimonio. A través de oraciones, Dios podrá bendecirte, darte fuerzas y tocar el corazón de tu marido, pero Él no puede sacrificar en tu lugar. ¡Es tu sacrificio y de nadie más!